jueves, 23 de octubre de 2008

Y para empezar, vamos a hacer un recorrido por lo elementos más importantes de la interfaz de Mac OS X: el Dock, la barra de menú y el escritorio.
El Dock es el elemento situado (normalmente) en la base de la pantalla. Su apariencia ha variado de ser una mera caja traslúcida que contenía iconos a un aspecto 3d con efecto espejo, en la última versión de Mac OS X: Leopard.



Bien, en el dock tendremos los iconos de los programas que queramos tener a la mano para poder ejecutarlos en cualquier momento. Esto significa, que podemos quitar los que no queramos tener ahí o poner los que nos hagan falta, es decir, el usuario es el que decide. Tiene otra función, es la de indicarnos las aplicaciones que se están ejecutando así como de "almacenar" las ventanas que hayamos minimizado. El equivalente en sistemas windows, serían la barra de Tareas y el menú inicio.

La diferencia principal, es que en el Dock tendremos los iconos que queramos y en el menú Inicio, estarían todos los programas instalados.

Sabremos que un programa está en ejecución gracias a un indicador:



"LED" Azul en Leopard.



Flecha, en versiones anteriores.

Además, en el dock podremos incluir carpetas enteras para acceder a su contenido rápidamente sin tener que navegar por el disco duro hasta ellas.
Por ejemplo, podríamos tener en el dock los iconos de las aplicaciones que más utilicemos, y luego la carpeta aplicaciones que sí contiene todas las aplicaciones del sistema. De modo, que si alguna vez necesitamos acceder a una aplicación que no está en el Dock, sólo tendremos que abrir la carpeta aplicaciones del Dock y enseguida la tendremos localizada.

En el dock, también encontramos la Papelera, que funciona de manera similar a la papelera de windows. Sólo hay que arrastar lo que se quiera eliminar a la papelera. Para vaciarla, se puede mantener pulsado el botón del ratón unos instantes encima de ella y se abre un menú en el podemos elegir "Vaciar papelera".

TRUCO: EL Dock a veces puede ser un estorbo si necesitamos aprovechar ese espacio que ocupa en la pantalla para su uso por una ventana, para estos casos, nos puede ser muy útil ocultarlo. Pulsando Cmd+Alt+D podemos ocultar el Dock y tras una nueva pulsación aparecerá de nuevo.

El otro elemento que destaca de la interfaz es la barra de menú.



A diferencia de Windows, y otros sistemas, en Mac OS X sólo hay una barra de menú, y no una barra de menú por cada aplicación.
Dicha barra de menú se localiza en la parte superior de la pantalla, y a parte de servir de menú para la aplicación que tenga el foco en ese momento, también nos da otra información, como puede ser la hora del sistema, el estado de la batería, de la red inlámbrica...



Por tanto, dependiendo de de la aplicación que tenga el foco, se distingue porque la barra de menú indicará su nombre y porque la ventana tiene unos de color más vivos, el menú cambiará. Para salir de la aplicación, haremos click en la opción del menú que lleva su nombre y elegiremos salir. Dependiendo de la aplicación, se puede salir de ella cerrando su ventana, pero lo más común en las aplicaciones para Mac es que no se finalice una aplicación cerrando su ventana, a diferencia de en las aplicaciones Windows, y tendremos que recurrir a este método.

Por último, el escritorio. Es el fondo de la pantalla, y aunque tiene la misma utilidad que en otros sistemas como Windows, realmente en Mac OS X no se utiliza mucho, puesto que solemos tener los programas, documentos y accesos directos en el Dock. Es una manera de tener todo más ordenado y limpio. ;)

Ahora es un buen momento para que jugueteis con el Dock, mirad que pasa cuando pasais el ratón por encima, cuando haceis click en algún icono, si minimizais una ventana... Un detalle, si por casualidad arrastrais un icono del dock fuera de él, se borra del Dock, ya veremos cómo añadirlo de nuevo, porque no se ha borrado del sistema, sólo del Dock ;) .

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